lunes, 26 de octubre de 2009

Cross de derecha y al higado

"No hay peor perdedor que un boxeador",me dice Dalmiro
Sáenz quién sabe muy bien que los golpes y la literatura muchas veces suben al
ring.Estámos compartiendo un café en La Biela,un
lugar emblemático del barrio de ...La Recoleta.Sobre la mesa está el suplemento Cultura y Ocio del diario El Mundo de España.Dalmiro estaba
leyéndolo cuando lo interrumpí para saludarlo."Lo leyó",me
dice."Lea el reportaje a Norman Mailer que ese Carlos Fresneda le hace al
yanqui en Nueva York",prosigue."Mire, tiene 83 años y parece un
pendejo",agrega."Lo bueno de este tipo es que se caga en el
sistema,le mete el dedo en la naríz a Bush y se le ríe",machacá."Vea
esto,el periodista le pregunta:¿Siente predilección por alguna de sus
obras?.Mailer le responde:Pongamos que "La
canción del verdugo".En su momento pensé que con esa obra
había escrito lo más equiparable al talento de Hemingway,pero estaba
equivocado.Él escribió frases más simples y mejores que las que yo nunca he
podido escribir.Puede que Hemingway no tuviera la mejor
cabeza,pero,posiblemente,nadie como él haya tenido el dominio tan proverbial de
la frase en inglés desde William Shakespeare...Digo
"posiblemente".Dejo abierta las puertas a otras opiniones".Hago
silencio y me sirvo agua mineral.Sáenz me lleva al cuadrilátero."Mailer
fue boxeador y fanático del deporte.Tiene un libro titulado "Rumble in the Jungle"
que es un clásico del deporte, sobre la pelea de 1974 entre Muhammad Alí y
George Foreman.¡Bueno,de Hemingway ni hablar!.Cuando estudiaba en la escuela de
Oak Park, no le autorizan a que practique box y se mete en un gimnasio de
Chicago.Allí le parten el tabique nasal y le cierran un ojo de una trompada.La
lesión del ojo izquierdo le quedará para toda la vida y por eso es rechazado en
el ejército.Después en París, lo caga a piñas el novelista canadiense Morley
Callaghan, en una pelea que cronometra Scott Fitzgerald.También se pelea con
Tom Heeney, quién combate en 1928 por el título mundial contra Gana Tunney.Otro
que lo sienta de culo es Harold Loeb,un escritor de segunda.Hemingway vivía
provocando porque como le digo,no hay peor perdedor que un boxeador ".Le
agradezco esta crónica y me despido.Dalmiro antes de que me retire, me dice:¡no
ponga nada de esto en el blog,a nadie le importa el boxeo y menos si se trata
de un perdedor!".

Fuente: lapipadehemingway.blogspot.com

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