Dice
Y según el salmo segundo, a ese pueblo elegido le otorgó el dominio del mundo:
Pídeme, y te daré en herencia las naciones
y serás dueño de los confines de la tierra.
Pero el pueblo de Israel le daba muchos disgustos, por ingrato y por pecador. Y según las malas lenguas, al cabo de muchas amenazas, maldiciones y castigos, Dios perdió la paciencia.
Desde entonces, otros pueblos se han atribuido el regalo.
En el año 1900, el senador de los Estados Unidos, Albert Beveridge, reveló:
—Dios Todopoderoso nos ha señalado como su pueblo elegido para conducir, desde ahora en adelante, la regeneración del mundo.
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